Hola amigos y amigas, me gustaría compartirles una interesante nota que encontré en un blog de Siete Soles, un importante desarrollo inmobiliario de Córdoba. A medida que uno va entrando en la adultez, los intereses y motivaciones cambian  pero un denominador casi común es el hecho de tener un techo propio.  Ahora bien, ¿cuán profundamente se ha hablado sobre el tema? ¿Cuánto se conoce sobre los beneficios de la casa propia?

Inversión

Sin dudas, contar con un inmueble es una de las mejores inversiones que se pueden hacer. Una propiedad no perderá su valor como otros bienes que si lo hacen. Y muchos menos, si nos ocupamos de elegir una buena ubicación y si, además, la cuidamos, mantenemos y elegimos materiales de calidad, en caso de comenzar su construcción desde cero.

Seguridad y estabilidad

Por otro lado, ¿quién no duerme tranquilo cuando sabe que a pesar de las dificultades que pudieran surgir, mañana tendremos un techo en donde volver a acostarnos a dormir? Es un hecho a valorar el disponer de una casa para nuestra familia, sin tener que pensar que si nos atrasaos en el pago del alquiler, nos pueden desalojar. A veces, pueden surgir ciertas contingencias, pero si tenemos una casa, es mucho más fácil hacerles frente que si, además, tenemos que sumarnos la preocupación de no saber qué va a pasar con nuestra necesidad de vivienda.

Ahorro

También el ahorro debe considerarse como una ventaja. El hecho de no tener que pagar todos los meses un alquiler nos habilita un fondo de dinero que poco a poco, va conformando un interesante ahorro. Éste puede ser utilizado tanto para reinvertir en el inmueble como para cubrir otras necesidades que se le presenten a la familia. Por otro lado, también te ahorrarás en trámites administrativos como la firma del contrato, algo típico cuando la situación es de alquiler.

Tiempo

Ahora bien, el ahorro no sólo se refiere al dinero sino también al tiempo. Si llevás años mudándote de un lado para el otro, entonces sabés lo que significa armar y desarmar muebles y cajas, cada vez que tuviste que trasladarte, así como también la búsqueda intensa previa a la que tuviste que abocarte para conseguir un inmueble que se adecue a tus necesidades y a las de tu familia. Es así como una casa propia, te ahorra el cansancio de tener que hacerlo una y otra vez, cada dos años.

Decisiones “sin pedir permiso”

Uno de los beneficios de ser propietario de algo es la posibilidad de tomar decisiones respecto de ese “algo”, sin necesidad de consultar obligatoriamente a alguien. Es decir, siempre podremos hacernos asesorar con un profesional o pedir alguna opinión a un amigo o familiar, pero la medida final queda completamente en nuestras manos. Esto implica cuestiones más importantes, como la venta o el alquiler del inmueble, hasta aspectos más simples como el desarrollo de reformas en los espacios.

Córdoba, Argentina